Gamesa advierte que la nueva legislación ha tenido un efecto tremendamente dañino para el sector eólico

Gamesa, que acaba de anunciar un expediente de regulación que afectará a 362 trabajadores y que incluye el cierre definitivo de su factoría de Alsasua, así como el despido de sus 150 operarios, cree que si el Gobierno no modifica su política las consecuencias para la industria eólica pueden ser nefastas.

Calvet no dudó en asegurar que la estrategia del Ministerio de Industria "puede provocar la deslocalización de instalaciones y especialmente las de mayor valor añadido, las que desarrollan los trabajos de Investigación y Desarrollo. O se toman medidas o habrá deslocalización de actividades".

Y ello, explicó, porque con la legislación aprobada el pasado año por el gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero "no existe un marco regulatorio que permita instalar prototipos en fase de pruebas". En opinión del máximo responsable de la compañía eólica, "el Gobierno no fue capaz de prever los efectos que ha generado su decreto de mayo, pero en la práctica lo que ha provocado es la paralización del sector eólico".

Para Calvet, la Administración española no ha valorado de forma suficiente la "importancia que tiene poseer un líder mundial en una actividad que, como ésta, tiene una avanzada tecnología". Por ello, reclamó del Gobierno la redacción de un Plan Energético que otorgue a la energía eólica un papel razonable en el escenario eléctrico a medio plazo, así como "un marco retributivo estable, que permita acometer las inversiones con seguridad".

La crisis financiera internacional ha provocado el enfriamiento de muchos proyectos de instalación de parques, lo que se ha traducido en un recorte generalizado de la cartera de pedidos. "En estos momentos, reconoció Calvet, tan sólo utilizamos el 50% de nuestra capacidad de producción". Hace tan sólo tres años la compañía no era capaz de atender el aluvión de demanda de equipos.

En torno al ERE, argumentó que "es inevitable para ajustar los recursos que tiene la empresa a la demanda", además de considerar que el cierre de la factoría de Alsasua tampoco tiene solución. En esa planta, explicó, Gamesa fabrica las palas de un modelo de aerogenerador que prácticamente ya no se vende y las instalaciones, muy pequeñas, no permiten ampliaciones y, con ello, tampoco su transformación para futuros proyectos industriales de la compañía.

Calvet aseguró que "hasta ahora hemos hecho todos los esfuerzos posible en la recolocación de los trabajadores de esa planta", pero señaló que ya no quedaba margen para dar una salida laboral a los 150 empleados afectados.

La medida fue anunciada al mismo tiempo que un expediente de regulación de empleo de un máximo de 180 días que afectará a 55 trabajadores de A Sigueiro (A Coruña), a 60 más en Tauste (Zaragoza), a otros 60 en Miranda de Ebro (Burgos) y a 37 en Medina del Campo (Valladolid).

Calvet criticó que la creación del registro de pre-asignación de proyectos ha paralizado el mercado eólico español durante siete meses. Los fabricantes no han recibido nuevos pedidos de los promotores porque éstos tuvieron que esperar hasta el 15 de diciembre para saber si sus proyectos eran inscritos, o no, en el citado registro.

Calvet explicó que Gamesa va a diversificar su negocio entrando de lleno en un segmento en el que hasta ahora no estaba presente: la energía eólica marina. Para ello, ha establecido un acuerdo de intenciones con el fabricante alemán Bard Holdings, y podría anunciar que ha llegado a un acuerdo para colabor en plantas industriales de Reino Unido para producir aerogeneradores marinos.

"Somos un proveedor privilegiado de Iberdrola, pero también de RWE, de EON y de EDF, y estaremos allí donde podamos servirles producto", aseguró Calvet, en referencia a los supercontratos que han logrado del Gobierno británico estas empresas para instalar parques eólicos marinos en el norte del Reino Unido.

La apuesta que realizará en el negocio de la eólica marina puede suponer para la compañía vasca poner en marcha instalaciones en los mercados donde se desarrollarán los proyectos offshore.

Su acuerdo con la alemana Bard para aprovechar su tecnología en este campo, y que deberá rubricarse antes del 29 de marzo, va en esa línea. Calvet aseguró que si no se firma en 2013 Gamesa tendrá su propia tecnología.

Calvet confió el futuro de Gamesa en la "reactivación", a partir del segundo semestre, de los mercados exteriores: Asia, EE UU, Latinoamérica, Turquía y Este de Europa. Tanto que en 2011, la compañía prevé superar los 3.600 MW vendidos en 2008, su año récord.

Gamesa tiene fábricas en China, EE UU e India. El 72% de MW que vende hoy son fuera de España. Gamesa es el tercer fabricante eólico mundial, con un 12% del mercado. Tiene sede social en Vitoria y más de 1.600 trabajadores en distintos centros y plantas de Navarra, el 38% de los empleos en toda España, donde suma 25 factorías. Su accionista de referencia es Iberdrola, con el 14,5% y el resto del capital está en manos de fondos de inversión o circula libremente en bolsa.

www.gamesacorp.com/es