Sudán, el país más grande de Africa, quiere explotar su energía solar

"El potencial es enorme en Sudán y favorece el desarrollo de nuestro programa para las energías renovables en general y solares en particular", afirmó Omer Mohamed Jeir, secretario general del ministerio sudanés de Energía.

Sudán es el quinto exportador de petróleo en Africa; las tres cuartas partes de su producción va hacia Aisa y multiplica las represas hidroeléctricas en el Nilo para responder a la creciente demanda energética.

"Nuestro país se desarrolla rápidamente, es por ello que el plan estratégico prevé una producción de 20.000 megavatios adicionales en los próximos 20 años", aseguró Jeir.

"La energía hidroeléctrica representará entre 20 a 25%, pero el resto deberá ser producido con otras fuentes como los biocarburantes, la energía eólica, solar y el gas natural", agregó.

"La energía solar es más costosa en comparación con las energías convencionales, pero pensamos que las nuevas tecnologías permitirán hacer que los costes bajen", estimó.

La empresa francesa Solar Euromed firmó a mediados de marzo una carta de intención con las autoridades sudanesas que podría dar lugar en un futuro a "inversiones de 10.000 millones de dólares" para 2.000 megavatios, según el directivo de la firma, Marc Benmarraze.

La empresa -que apuesta a la tecnología conocida como "solar por concentración", que es la producción de electricidad en base al vapor creado por espejos que reflejan los rayos del sol- propondrá a Sudán un precio competitivo a largo plazo para la energía solar.

Si ambas partes llegan a un acuerdo, Solar Euromed deberá financiar con sus socios la construcción de las infraestructuras y su explotación para luego vender la energía producida en Sudán.

Solar Euromed planea seducir a las autoridades sudanesas con dos proyectos, uno de ellos en Darfur.

"Sudán es muy rico en términos de radiación solar, especialmente el norte del país, y el norte de Darfur", explicó Usama Rayis, director general de la Ciudad Africana de las Tecnologías, un organismo del ministerio sudanés de Tecnologías.

"Darfur es una región desértica en donde hay gran cantidad de agua subterránea. Sólo es necesario convertir la energía que está disponible, el sol, en energía eléctrica para bombear el agua", indicó Benmarraze. La región no está conectada a ninguna red eléctrica de Sudán.

La fundación Desertec y 16 empresas entre las que figuran los gigantes energéticos alemanes EON y RWE, el conglomerado Siemens o el banco Deutsche Bank, quieren crear en los próximos 40 años, con un presupuesto de unos 400.000 millones de euros, una vasta red de instalaciones eólicas y solares en Africa del Norte y Medio Oriente, para aprovisionar en parte al mercado europeo.

Sudan, que comparte el Sahara con sus vecinos de Africa del Norte, no forma parte de este proyecto gigantesco.

"Levantar 10.000 millones de dólares con la situación financiera mundial actual y teniendo en cuenta el particular riesgo que representa Sudán, no es algo que se hará fácilmente", subrayó Benmarraze.

Darfur es escenario de una guerra civil que dejó desde 2003 unos 300.000 muertos según las estimaciones de la ONU y 10.000 según Jartum, así como 2,7 millones de desplazados.

Si bien Jartum alcanzó acuerdos de paz con diferentes facciones rebeldes este año, hay grupos que se rehúsan a unirse al proceso.

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