El transporte y la logística para 2030 según PricewaterhouseCoopers

El impacto del cambio climático en el sector transporte impulsará un cambio en el modelo de negocio del las compañías, que en los próximos años se centrarán, principalmente, en la reducción de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2). Estos son datos extraídos de un informe elaborado por PricewaterhouseCoopers.

El estudio se enmarca dentro de la serie Transporte y Logística 2030, que bajo el título "¿Cómo evolucionarán las cadenas de suministro ante un mundo con limitaciones energéticas y bajas emisiones de carbono?", está elaborando PricewaterhouseCoopers, con el objetivo de proporcionar una perspectiva global de cómo deberá reformarse la industria en los próximos veinte años.

Según el 59% de los encuestados, los costes que se desprenden del transporte serán el motivo fundamental a la hora de decidir la ubicación de la sede de producción. Para diseñar la cadena de suministro, la disminución del consumo energético primará por encima de los costes de eficiencia y del tiempo de entrega.

El plan para la reducción de las emisiones de carbono comienza por el establecimiento de una cadena de suministro sostenible. Las compañías tendrán que ser capaces de controlar el total de sus emisiones para poder disminuirlas, así como la de sus clientes. Casi el 70% de los encuestados asegura que, en 2030, se contabilizarán todas las emisiones de la cadena de suministro y se tendrán en cuenta en el precio final del producto.

Vehículos eléctricos

El estudio pronostica cuál será el escenario al que deberá enfrentarse la industria en el 2030. En ese año, la dependencia con el petróleo habrá caído drásticamente y el uso de las energías renovables se habrá generalizado, por lo que los proveedores de servicios logísticos no deberán preocuparse por los precios energéticos. El número de vehículos crecerá considerablemente; sin embargo, el consumo de combustible y los gases efecto invernadero se habrán reducido significativamente: los avances tecnológicos permitirán el funcionamiento, de gran parte de los vehículos eléctricos, con energía eléctrica procedente de energías renovables, como la eólica, la fotovoltaica y la solar termoeléctrica o termosolar.

La encuesta dedica un pequeño capítulo en el que se destacan algunas de las tendencias que afectarán a las industria en el futuro. Los modelos de negocio de la industria evolucionarán hacia la colaboración y las agrupaciones cooperativistas, que ayudarán a aumentar su eficiencia. Esta tendencia ofrecerá nuevas oportunidades a las compañías del sector que estén capacitadas para adaptar sus negocios.

Para Álvaro Klécker, socio responsable del sector Turismo, Transporte y Servicios de PricewaterhouseCoopers, "los próximos años serán cruciales para las empresas del Sector, ya que experimentarán cambios en las redes de logística y en todo el entorno empresarial, el cambio climático y las emisiones de CO2 seguirán ganando importancia y los consumidores tomarán decisiones de compra cada vez más sostenibles. Todos estos cambios ofrecen nuevas oportunidades, pero es imprescindible realizar una planificación a largo plazo y una estrategia para que la cadena de suministro sea sostenible y así poder afrontar los desafíos del futuro". La irrupción del vehículo eléctrico será uno de los factores básicos.

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