¿Qué pasaría si la temperatura aumenta tres grados respecto a la época preindustrial? por Antonio Cerrillo

¿Qué pasaría si la temperatura del planeta alcanzara un aumento de tres grados respecto a la época preindustrial? Es la pregunta que debieron hacerse ayer los asistentes a un debate organizado por el capítulo español del Club de Roma tras escuchar al economista Dimitri Zenghelis, experto en cambio climático. El ponente sostuvo que ya es imposible que la subida de temperaturas no traspase la línea roja de un aumento de dos grados. La expulsión de gases invernadero es tan acelerada que esa meta no es realista, dijo Zenghelis, coautor del informe Stern (en el que se alertó sobre el ruinoso coste de no hacer frente al calentamiento).

La UE basa sus políticas en la idea de que hay que evitar que la temperatura rebase los dos grados, umbral a partir del cual se agudizarían los efectos del cambio climático (deshielos, subida del nivel del mar, sequías…). Y por eso, su propuesta es limitar las concentraciones de gases en un máximo de 450 partes por millón de CO2 y recortar su emisión.

Sin embargo, Dimitri Zenghelis, asesor de Cisco Systems, cree que ya es tarde para marcar esa raya. Cada año se arrojan al aire 45 gigatoneladas de CO2 con lo que, si se sigue la tendencia actual, ese volumen de gases se duplicará en el 2050. Mientras tanto, los sistemas naturales (bosques, suelos y océanos) sólo pueden absorber cinco o diez gigatoneladas al año, y habría que reducir esas emisiones a 5 o 10 gigatoneladas de CO2 para tener un clima seguro, todo lo cual da una idea de "la magnitud del reto".

Zenghelis sentenció que "estabilizar las concentraciones de gases para impedir un aumento de más de dos grados ya no es viable"; y, por ello, dijo que lo que se debe hacer es "actuar para que esas concentraciones no superen los 550 partes por millón y poner como tope una subida de tres grados en la temperatura".

El informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU apunta que una subida de temperaturas en torno a los tres grados por encima de 1990 haría subir el nivel del mar entre 0,6 y 1,9 metros, con lo que "millones de personas podrían padecer inundaciones costeras cada año". Mortalidad generalizada de corales, extinciones de especies y disminución de la productividad agrícola son otros efectos vaticinados.

Zenghelis afirmó que si se quisieran frenar las concentraciones de CO2 a los niveles deseados por la UE, el pico máximo de emisiones se debería alcanzar en el 2010. "Tendríamos que haber empezado a recortar los gases hace 10 años", sentenció, antes de recordar que, pese a todo, "cualquier nuevo retraso a la hora de actuar resultará letal y carísimo".

Así, pidió que los países ricos recorten sus emisiones entre un 80% y un 95% para el 2050 (hasta alcanzar un nivel de CO2 per cápita anual sólo algo ligeramente superior al actual de la India). La necesidad de actuar tan drásticamente se debe al stock de gases que se han ido acumulando en la atmósfera, y que continuarán activando el cambio climático.

En la misma sesión, Ashok Kosla, copresidente del Club de Roma, propuso un cambio de pautas de consumo y de estilo de vida para ir prescindiendo de los combustibles fósiles. Kosla dijo que si el nivel del mar sube ente 1 y 1,5 metros en Bangladesh, "más de 15 millones de personas perderán su hogar". "Hace 30 años ya hablábamos de los límites del crecimiento y nadie nos hacía caso. Ahora, en cambio, hasta el The Wall Street Journal nos da la razón y los gobiernos nos piden asesoramiento", declaró.

"Estamos cambiando el clima por el uso egoísta que estamos haciendo de la energía", resumió Ricardo Díez Hochleitner, presidente de honor del Club de Roma, en el acto que tuvo lugar en CaixaForum. Ashok Kosla apunta que "si el mar sube 1,5 m en Bangladesh, 15 millones de personas perderán su hogar" "Tendríamos que haber empezado a recortar los gases hace 10 años", sostiene Dimitri Zenghelis.

Copenhague es un "trampolín", dice Barroso

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, espera que la conferencia de Copenhague sea un "trampolín" para un nuevo acuerdo climático internacional. "Desgraciadamente, sabemos que no estaremos en condiciones de obtener un nuevo tratado vinculante", declaró tras reunirse con los responsables de grandes empresas. "Estamos trabajando duro para lograr un acuerdo operativo basado en verdaderos compromisos políticos de todas las partes, en el que contribuyan los grandes actores", añadió.

Barroso espera que la conferencia de Copenhague desemboque en un "texto simple, comprensible y claro que comprometa a todos los países". "Queremos preservar los elementos esenciales del protocolo de Kioto, incorporando los grandes países contaminantes que no han firmado el protocolo de Kioto o no habían asumido compromisos". Dijo también que el acuerdo "debería incluir cifras específicas e individuales" sobre las reducciones de emisiones y "un plan financiero detallado para ayudar a los países en vías de desarrollo". Asimismo, debería de haber acciones inmediatas, "pues el cambio climático está teniendo lugar ya".

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