El Gobierno de Cantabria acusa al PP de intentar tumbar su plan eólico

En este sentido, denunció que el PP está dando "carta de naturaleza y credibilidad" a una infografía que "cualquier niño" puede hacer en un ordenador con ‘photoshop’.

Para Martín, el PP está "abanderando una política de demagogia", e incluso "llamando a la rebelión social" contra este plan, mediante un debate en el que se está "ocultando la realidad" a la sociedad, dijo al ser preguntado en rueda de prensa por la polémica suscitada por este proyecto, especialmente en relación con la visibilidad de los aerogeneradores.

"No se ve, como ellos (el PP) quieren hacer creer a la sociedad", aseguró el consejero, quien señaló que los estudios realizados por la Universidad de Cantabria son "más que claros" a este respecto, y destacó que las zonas donde se están colocando los aerogeneradores en esas infografías "no están dentro de concurso eólico".

En este sentido, explicó que los aerogeneradores más próximos a la bahía de Santander están en Lunada, que "casi ningún día se ve", y "aunque se vea, estamos hablando de 20 kilómetros en línea recta", recalcó.

Martín también acusó al PP de hacer creer a la sociedad que "no va a haber evaluación ambiental, o poco menos", cuando, como en cualquier proyecto, ésta "está asociada a la ley y nadie se la puede saltar" y además la Consejería de Medio Ambiente "está para velar" porque "todo" se haga con "el menor impacto ambiental posible".

El consejero señaló que "tocará evaluar" los proyectos de los aerogeneradores cuando los concesionarios hayan hecho una propuesta sobre "dónde quieren colocarlos", y recalcó que se han restringido las zonas dónde estos pueden instalarse "al 2 por ciento" del territorio de la comunidad autónoma.

Señaló que estas zonas "potencialmente aptas" están definidas en el "detallado" estudio realizado por la UC "bajo el prisma de la visibilidad, por supuesto", y otros aspectos como que exista viento suficiente, su proximidad a líneas de evacuación y comunicación, y otros. Destacó además que "ni un sólo metro cuadrado que sale a concurso corresponde a ningún espacio con ninguna figura de protección".

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, en el estudio de la UC "quedan unas manchas pequeñas", centradas fundamentalmente en el Sur de Cantabria y que "no alcanzan ni el 2%" de la región, reiteró.

Frente a ello, contrapuso la infografía "plagada de aerogeneradores" utilizada por el PP, que "no es cierta" y que "no tiene ninguna carta de credibilidad", reiteró.

A juicio de Martín, es "un ejercicio de irresponsabilidad" enfrentarse a una política de "modernidad y de futuro" como es el desarrollo de las energías renovables, sobre las que "hay un consenso general", y que van a constituir un nuevo modelo económico en Cantabria.

Destacó que se trata de energías "sin ningún tgipo de afección" en el territorio, lo que permitiría que si "dentro de 30 años" se considera oportuno desmontar los aerogeneradores, podrá hacerse "sin ningún impacto".

Junto a ello, recordó que el plan eólico va a suponer una inversión inicial de más de 2.000 millones de euros para colocar a Cantabria en un "puesto importante" en este tipo de energías. En suma "es una garantía de futuro", subrayó el consejero, por lo que pidió "responsabilidad" a la hora de abordar este asunto.

La estrategia ambiental para el aprovechamiento de la energía eólica en Cantabria propone medidas de compensación ambiental y social con las que mitigar el impacto de los molinos sobre el paisaje.

Según el Grupo Sodercan se aboga por adoptar una estrategia que incluya medidas tanto de mitigación como de compensación que reduzcan los impactos al mínimo posible.

Así, en el plano ambiental se proponen medidas que no sólo eviten el daño ambiental, sino además obtener un bien "de la misma naturaleza y superior" al daño causado, de forma que, finalmente, el balance ambiental en conjunto sería positivo.

Como ejemplo, se sugiere la reimplantación de 1000 metros cuadrados de brezal en el entorno de un parque en el que se hubieran visto afectados 100 metros cuadrados de dicha formación vegetal, es decir, en una proporción de diez a uno.

De esta forma, se valora que no se tendría una pérdida de 100 metros, sino una ganancia de 900 metros cuadrados de brezal. Se obtendría, por tanto, además de un beneficio energético, un beneficio ambiental como consecuencia de la implantación de la actividad.

Además de la compensación meramente ambiental, es también aconsejable poner en práctica medidas de compensación con un significado social para los pobladores del entorno.

Estas medidas pueden incluir ayudas para la mejora o regeneración de pastizales o de áreas forestales, el diseño de las pistas de acceso a los parques de modo que sirvan también a los habitantes de la zona para acceder a sus propiedades, o bien para que cumplan además funciones de cortafuegos, etc.

La estrategia ambiental precisa que para que estas medidas funcionen se deben establecer, durante el proceso de concurso y de concesión de los parques, las obligaciones de los concesionarios sobre medidas de mitigación y de compensación de impactos.

Además, se estima que, en general, el coste de esas medidas será muy reducido en comparación con la inversión necesaria para la construcción y operación de los parques.

El informe incide en que la implantación de medidas de compensación es relativamente sencilla en el caso de que se vean afectadas unidades de vegetación, mientras que las medidas de mitigación de impactos visuales, cuando sean físicamente viables, son también de aplicación sencilla y costes reducidos.

Frente a esto, se considera que las dificultades pueden ser mayores si se trata de compensar efectos sobre aves o quirópteros, ya que las medidas encaminadas a aumentar el número de individuos o a extender sus áreas de distribución pueden presentar dificultades técnicas en el caso de ciertas especies.

En este punto, se recomienda que la compensación incluya la financiación de estudios que permitan conocer mejor el estado, distribución y comportamiento de las especies de aves u otras potencialmente afectadas, para así poder establecer estrategias de protección o de expansión más adecuadas.

En cualquier caso, la estrategia señala que una acción decidida en este sentido contribuiría de manera notable a mejorar la sostenibilidad de este tipo de actividad y a eliminar lo que podría ser uno de sus principales inconvenientes y motivos de oposición social, tanto en Cantabria como en otros lugares.

Por tanto, se afirma que se deben prever los mecanismos necesarios para llevar a cabo, por parte de la propia administración regional o bien por parte de un equipo independiente designado por ésta, el seguimiento y auditoría del proceso de diseño e instalación de cada parque, y también de la puesta en práctica de las medidas de compensación que procedan, con el fin de asegurarse de que la actividad se implanta de acuerdo con lo establecido, y que las medidas previstas son eficaces.

Los costes del citado seguimiento deberían sufragarse por parte de las empresas concesionarias, si bien el control del mismo debería corresponder a la administración regional. Las adjudicaciones que se hagan deberían incluir como condición que, caso de que la auditoría ponga de manifiesto que se produce una afección grave a una especie u otro elemento sensible y que no es posible la mitigación o compensación, se tendría que eliminar o desplazar algunos de los generadores u otras estructuras ya instalados.

Este seguimiento permitiría asegurarse de que la implantación de los parques se hace de forma sostenible, mejorar la imagen de las empresas y del sector en general y, por tanto, facilitar su aceptación por parte de la sociedad.

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La energía eólica en Cantabria – El plan eólico de Cantabria por Antonio Cendrero Uceda

Antonio Cendrero Uceda es catedrático de Geodinámica Externa de la Universidad de Cantabria y académico numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y responsable del equipo de la UC.

Según las noticias que me han llegado, en las últimas semanas se ha producido bastante polémica sobre las previsiones del Plan Eólico del Gobierno de Cantabria. Aunque me encuentro desde hace meses fuera de España y, por tanto, no he podido seguir los detalles de esa polémica, como responsable del equipo de la Universidad de Cantabria que realizó el estudio de identificación de los lugares potencialmente favorables para acoger los futuros parques eólicos, creo conveniente comunicar algunas reflexiones.

El estudio citado, realizado por encargo de la Consejería de Industria y de GENERCAN y para el que se formalizó el correspondiente convenio con la UC, tenía por objetivo identificar las zonas de potencial aprovechamiento de la energía eólica con un impacto ambiental mínimo. Conviene tener presente lo de ‘mínimo’, ya que el impacto ‘cero’ no existe, ni para esta ni para ninguna actividad humana. Se trata, por tanto, de buscar emplazamientos que permitan llevar a cabo la actividad con afecciones limitadas, ambiental y socialmente aceptables.

Como es lógico un estudio técnico de este tipo no es ni debe ser una prescripción que determine las decisiones finales. Es únicamente uno entre los distintos elementos de juicio que los responsables tienen a su disposición. Sin conocer las decisiones que tomará el Gobierno de Cantabria, me parece oportuno explicar el procedimiento seguido y los resultados obtenidos. Como coordinador del estudio, asumo la totalidad del contenido de los trabajos realizados por los diferentes equipos que contribuyeron al mismo y, por supuesto, la responsabilidad correspondiente, pero acepto como algo natural que otras personas tengan criterios distintos, porque toda evaluación se realiza desde una selección de criterios que siempre será debatible.

Se partió de un estudio preexistente, proporcionado por GENERCAN, en el que se identificaban las zonas con recurso eólico aprovechable. A continuación se descartaron todas aquellas en donde pudiera haber afecciones negativas a los siguientes elementos: calidad del suelo, Directiva Hábitat (incluyendo LICs y ZEPAs), red Natura 2000, formaciones vegetales de interés, turberas, árboles singulares, área de protección del Oso Pardo, áreas incluidas en el convenio Ramsar, espacios naturales protegidos, Plan de Ordenación del Litoral, perímetros de exclusión alrededor de núcleos de población y vías de comunicación, patrimonio arqueológico, histórico y geológico, aves, otras especies sensibles (catálogo de la Consejería de Biodiversidad).

En concreto, el estudio relativo a las aves, realizado por la Sociedad Española de Ornitología, ha tenido en cuenta las Áreas de Importancia para las Aves (IBA), los collados que son zonas de paso y las áreas de distribución de 7 especies muy significativas. Todas las áreas en las que, por parte de los grupos de expertos, se ha considerado que podría haber impactos no deseables sobre un elemento fueron eliminadas.

Con la mayoría de los elementos del medio, los que pueden decir si los impactos son aceptables o no son los especialistas correspondientes, y así lo han hecho. En el caso del paisaje la situación es diferente, ya que se trata de un problema de percepción cualitativa y sensorial que afecta a todo el mundo, muy influido por las apreciaciones subjetivas, y la opinión de los ‘especialistas’ no tiene por qué ser la que la sociedad considere más aceptable. Por ello, en el trabajo se ha acudido a proporcionar elementos de juicio para la decisión, que incluyen aspectos cuantitativos y de percepción.

Para cada polígono se ha determinado el «área de visibilidad máxima», o superficie de Cantabria desde la cual se podría ver, sea cual sea la distancia, un generador situado en el punto más alto de dicho polígono. Igualmente se ha determinado la superficie de visibilidad, número de generadores que se verían desde cada punto, número de personas residentes y km de carreteras de distinto tipo en dicha superficie, dentro de un radio de 8 km. Esto se ha hecho como mera orientación, para disposiciones hipotéticas de ‘molinos’ en los posibles parques. Por último, con el fin de abordar los aspectos de percepción, se han hecho simulaciones que permiten ver, de manera virtual y desde distintos puntos de vista, los despliegues hipotéticos citados.

Para esos despliegues se han hecho también simulaciones de barreras visuales (arbolado) que han servido para poner de manifiesto que en unos casos la mitigación de los impactos visuales es posible y en otros no. Lógicamente, los proyectos finales que presenten las empresas serán diferentes, y a partir de ellos se podrá definir con precisión su posible impacto visual. Lo que no hace el estudio es decir si un cierto impacto visual es o no aceptable. Simplemente lo mide y lo muestra. Ha de ser la sociedad, a través de sus órganos representativos o por el medio que se determine, quien diga lo que considera aceptable.

En conjunto, se han identificado 38 polígonos potencialmente aptos, con una superficie equivalente al 2% del territorio de Cantabria y al 6% de las zonas con recurso eólico aprovechable, lo que muestra que se ha sido muy riguroso con los criterios de exclusión. Para cada uno de esos polígonos se han indicado los pros y los contras que presentan y se han hecho recomendaciones a tener en cuenta al diseñar y ejecutar los parques.

En el trabajo se ha insistido en que lo que se delimitan son zonas potencialmente aptas, a falta de definir con exactitud el número, características y lugares de emplazamiento de los generadores e instalaciones complementarias en cada parque, así como el trazado y naturaleza de las pistas de acceso. Sin dicha definición, que ha de hacerse al diseñar por parte de las empresas los proyectos, es imposible evaluar con precisión los distintos impactos. Simulaciones como las que han aparecido en la prensa, o como las muchas que el propio equipo de trabajo ha realizado, son simplemente suposiciones apriorísticas para hacerse una primera idea.

Desde hace casi 40 años he dedicado la mayor parte de mi actividad académica a trabajos que han tenido como eje conductor la protección, conservación y uso sostenible del medio. Me considero claramente un ‘ambientalista’, pero procuro abordar el tema desde una perspectiva científica, basada en datos y razonamientos. Mi participación en organismos nacionales e internacionales sobre el Cambio Global me ha llevado al convencimiento de la importancia que tiene el que, en el plazo más corto posible, seamos capaces de sustituir los combustibles fósiles por otras fuentes de energía, preferiblemente renovables y no contaminantes (pero, no nos engañemos, nunca con impacto cero), y también de reducir nuestro consumo de energía. Personalmente creo que la apuesta por las energías renovables es acertada. Permiten aprovechar una fuente de energía que no se agota, no contaminan y son totalmente reversibles. En el futuro se pueden desmontar dejando una huella prácticamente nula en el medio.

Una última aclaración. Ni estoy ni he estado nunca ligado a ningún partido. No estoy «al servicio del gobierno» ni «a sueldo de las empresas eléctricas». Cuando la Consejería de Industria me pidió que coordinara este trabajo, dije desde el primer momento que lo haría, pero que quedara claro que yo no cobraría ni un euro, precisamente para mantener mi independencia, entre otros ante la propia Consejería. El que se suscite polémica en relación con temas como este es bueno y democráticamente saludable. Eso sí, conviene hacerlo contemplando las distintas variables implicadas, sin dogmatismos, sin pensar que uno tiene la verdad absoluta y que representa en exclusiva el sentir de la sociedad.

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La eólica en Cantabria: Progreso sostenible y desarrollo eólico por Angel Irabien

La energía eólica es una de las tecnologías renovables para responder a la demanda de energía de la sociedad que sustituye a los combustibles fósiles, por el viento como fuente primaria de energía.

La eólica en Cantabria: Progreso sostenible y desarrollo eólico por Angel Irabien

Angel Irabien es Catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Cantabria.

Cantabria tiene una historia de energía renovable, fundamentalmente mini-hidraúlica asociada al progreso, que le ha permitido compatibilizar las necesidades sociales (fundamentalmente de empleo) y de bienestar económico (fundamentalmente de creación de riqueza), con la conservación del patrimonio natural y cultural.

Parece indudable que el principal instrumento que tenemos para avanzar en EL PROGRESO SOSTENIBLE de Cantabria en el siglo XXI es la planificación y la valoración clara y transparente de los retos que plantea nuestro desarrollo ponderando equilibradamente las variables sociales, ambientales y económicas con una participación activa de los interesados en la toma de decisiones.

En este contexto conviene adelantar que, como sabemos todos es prácticamente imposible desarrollar planes y programas en los que no haya que ponderar las ventajas que presentan las alternativas discutidas con los inconvenientes asociados a las mismas. En lo que respecta al desarrollo del Plan Energético de Cantabria, el punto de partida es dificil ya que se ha iniciado con la eliminación de la moratoria que pretendía evitar la degradación del paisaje de Cantabria, cuyo resultado ha sido que nuestra Comunidad ha visto degradado irreversiblemente una parte de nuestro paisaje de montaña, en la zona de Soba, a pesar de dicha moratoria.

Por lo tanto el primer Plan No-Eólico de Cantabria desarrollado entre 1995 y 2001 ha tenido unos resultados que se pueden considerar como pésimos, ya que la política de gestos (moratoria) ha primado sobre la política de progreso sostenible que permite valorar detenidamente los resultados de cada escenario, con participación de los sectores interesados para tomar las decisiones que beneficien a la mayoría.

Por lo tanto y para no volver a cometer errores pasados, debemos avanzar en el análisis de los principales beneficios e inconvenientes que presenta la energía eólica, para intentar racionalizar el debate, que en alguna medida ya esta perfilado en el Parlamento y en la calle:

BENEFICIOS La energía eólica es una de las tecnologías renovables para responder a la demanda de energía de la sociedad que sustituye a los combustibles fósiles, por el viento como fuente primaria de energía, por lo que, desde un punto de vista ambiental: a) Reduce la dependencia de fuentes primarias de energía escasas, y b) No genera gases de efecto invernadero, y no contribuye al cambio climático. Desde un punto de vista social a) Genera empleo tecnológico de elevada cualificación y b) Genera empleo para la instalación conservación y mantenimiento, especialmente en zonas rurales o marítimas y desde un punto de vista económico, a) Es una tecnología que conduce a actividades productivas que generan riqueza económica, y b) Mejora la balanza económica de la Comunidad.

INCONVENIENTES. La energía eólica desde un punto de vista ambiental requiere una ubicación en tierra o mar, que: a) Permita conservar los paisajes singulares de la Comunidad y b) Permita conservar la fauna (principalmente aves) afectada por la misma. Desde un punto de vista social, a) los beneficios de empleo cualificado sería deseable que quedaran en Cantabria y b) Los beneficios para las zonas rurales o marítimas deben tener en cuenta el progreso social de la mayoría de la población de la misma, y desde un punto de vista económico a) Los beneficios económicos asociados a la actividad deben generar riqueza en Cantabria y b) la reducción de las importaciones de combustibles fósiles debe beneficiar económicamente e la Comunidad.

Estos son los puntos básicos del debate para la integración de la energía eólica en el progreso sostenible de Cantabria, en la magnitud y condiciones que MAS NOS BENEFICIE A LA MAYORIA descartando posiciones, "a priori", que; aunque comprensibles, como la anterior moratoria solo han perjudicado al paisaje de montaña de Cantabria sin ofrecer ningún beneficio a cambio.

www.gruposodercan.es/archivos/documentos_contenidos/1050_13.EstrategiaAmbiental.pdf

www.gruposodercan.es/archivos/documentos_contenidos/1050_1.Informerecursoeolico.pdf

www.gruposodercan.es/archivos/documentos_contenidos/1050_7.Zonificacion.pdf