Motos eléctricas: El scooter Vectrix

El Vectrix es como un scooter convencional, con un buen diseño, carrocería larga y asiento para piloto y copiloto, y acabados que nada tienen que envidiar a sus homólogos de gasolina de las marcas líderes japonesas.
El Vectrix dispone de un chasis totalmente construido en aluminio, de escaso peso (14 kilos), que protege y envuelve las baterías, además de ofrecer una buena rigidez al vehículo. A nivel de suspensiones, equipa horquilla Marzocchi en el frontal y amortiguador Sachs para la parte trasera. Sus frenos están firmados por Brembo, con discos mordidos por pinzas de doble pistón. Equipa neumáticos Pirelli GTS, en medidas 120/70-14 delante y 140/60-13 detrás. Su motor eléctrico es de corriente continua sin escobillas y consta de 12 polos, ofrece una potencia máxima de 20.2 kW (28 CV), alimentado por baterías de níquel metal hidruro.

No hay diferencias entre circular con un Vectrix o hacerlo con un megascooter de gasolina en ciudad a nivel de potencia, comodidad de conducción y versatilidad. Supera a sus contrincantes en su acelerador y decelerador. Si accionamos el acelerador convencionalmente, en sentido hacia el piloto, el Vectrix acelera y lo hace con la misma contundencia que un scooter de 300/400 cc, pero si invertimos su giro progresivamente, convertimos su propulsor en una dinamo, lo cual hace que se recarguen las baterías y además frena el vehículo con una contundencia sorprendente, Vectrix denomina a este sistema DAaRT, el cual funciona además como un ABS, con la seguridad que ello aporta. Su velocidad máxima es de 120 Km/h, pero se vende con un límite de 100 Km/h, para poder ser conducida con el carné B.

El scooter tiene un peso de 225 kilos, debido al peso de sus baterías, pero es fácil de conducir en ciudades gracias al acertado diseño de su chasis, el cual hace que el centro de gravedad esté muy bajo, proporcionando una gran estabilidad y agradabilidad de conducción.

Dispone de un gran asiento, tanto para el conductor como para el pasajero, este último tiene donde agarrarse y reposapiés amplios. El piloto disfruta de un buen espacio para las piernas, tan sólo un tanto penalizado por lo ancho de su túnel central.

Con la carga durante dos horas de la moto se llegan a rodar hasta 100 kilómetros en ciudad. Para realizar esos 100 kilómetros por vía urbana se precisa una carga eléctrica a la corriente en cualquier enchufe de 220 v que cuesta unos 40 céntimos de euro. Lo que para 1.000 kilómetros supone un gasto de sólo 4 euros en ciudad.

Su precio es de 9.000 euros con garantía ilimitada en piezas y mano de obra durante dos años, así como baterías garantizadas por 10 años, o si se prefiere, por 80.000 kilómetros.

"Se necesitan más facilidades para recargar estas motos", señala Francisco Montoya, director comercial de Vectrix, una de las marcas de motos eléctricas que se comercializan en España. El objetivo es "tener decenas de enchufes en cada esquina, como ocurre en China, donde estos vehículos han ayudado al crecimiento de una importante industria con un gran peso económico".

De momento, son los servicios de vigilancia y la Policía los que más demandan estas motos. Y los principales fabricantes no quieren perder cuota de mercado, sobre todo ante el imparable crecimiento que está teniendo este negocio, especialmente en Estados Unidos, con marcas como Zero, Brammo o Vectrix.

www.vectrix.com/