Grupos ecologistas piden a la UE que los coches eléctricos usen renovables

El aumento de coches eléctricos en circulación podría aumentar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a menos que estos funcionen con energía renovable, según un informe encargado conjuntamente por Amigos de la Tierra Europa, Greenpeace y Transporte y Medioambiente.

El documento se ha divulgado hoy de forma previa a la reunión informal que mantendrán mañana en San Sebastián (norte de España) los ministros europeos de Industria, y en la que la presidencia española comunitaria tiene previsto presentar un plan de acción para los coches eléctricos en la UE.

El informe, elaborado por la consultora CE Delf, advierte de que la legislación comunitaria que regula las emisiones de los automóviles es deficiente ya que permite a los fabricantes utilizar la venta de coches eléctricos para compensar la continuación de la producción de automóviles de alto consumo.

Esto se debe, según indica el informe, a que los llamados "súper créditos" permiten a los fabricantes vender un 3,5 coches de elevado consumo por cada automóvil eléctrico vendido, sin que afecte al objetivo de CO2 de la empresa.

Según las actuales normas comunitarias, los fabricantes están obligados a limitar las emisiones de los turismos nuevos a 130 gramos por kilómetro en 2015 y a 95 gramos en 2020, pero ese valor es medio, por lo que se puede compensar la fabricación de coches muy contaminantes con la de autos que generan pocas emisiones.

Las organizaciones medioambientales han abogado para que "los súper créditos" se eliminen de las actuales y futuras leyes, comenzando con la propuesta de la Comisión Europea (CE) para regular las emisiones de los camiones, todavía sin aprobar por los Veintisiete.

Asimismo, han hecho un llamamiento para que todos los coches eléctricos que se vendan en el mercado de los Veintisiete estén equipado con la llamada tecnología de medición inteligente, por la que los vehículos sólo se carguen cuando haya un excedente disponible en la red eléctrica, que en su mayoría provendrá de energías renovables, como la eólica y la solar.

A la luz del informe, la portavoz de Amigos de la Tierra Europa, Sonja Meister, ha hecho hincapié en que los coches eléctricos pueden ser parte del cambio hacia un modelo de transporte más sostenible, pero esta acción debe ir acompañada de un "compromiso para asegurar que funcionan con electricidad renovable".

Meister ha destacado también que si el mercado sigue demandando coches eléctricos, independientemente de que se nutran de una manera sostenible, esto se traducirá en más emisiones nocivas de las que hay hoy en día.

Por su parte, un asesor de Greenpeace en política de transporte de la UE, Franziska Achterberg, ha destacado la necesidad de "vehículos eléctricos inteligentes que interactúen con las redes eléctricas inteligentes para que los coches pueden cargarse con energía renovable".

De no ser así, según Achterberg, "estaríamos lejos de una futuro energético sostenible", puesto que si todos los vehículos se cargasen en la red eléctrica actual, aumentaría la demanda de carbón y de energía nuclear.

Por su parte, la organización Transporte y Medioambiente ha incidido en que cada coche que se venda podría tener un medidor para para mostrar la cantidad de electricidad que se ha utilizado y si ésta proviene de una fuente renovable.

Asimismo, ha recalcado que la UE es la responsable de que todos los vehículos eléctricos vendidos en Europa estén equipados con este tipo de tecnología.