Obama irá a Copenhague y ofrece reducir en un 17% las emisiones

La Casa Blanca, que no había confirmado hasta hoy que Obama asistiría al encuentro, indicó en un comunicado que el presidente Obama explicará en la capital danesa el camino a seguir para alcanzar su objetivo de reducir las emisiones en un 83 por ciento para el año 2050.

El presidente de Estados Unidos viajará a Copenhague el próximo 9 de diciembre pero sólo asistirá a las primeras sesiones. Luego se dirigirá a Oslo, donde se le entregará el Premio Nobel de la Paz 2009.

El presidente Obama no tiene previsto asistir a los últimos días de la cumbre, que se celebrará entre los 7 y 18 de diciembre y en la que participarán alrededor de 65 jefes de Estado y de Gobierno.

Inicialmente se había previsto que en la conferencia se lograra un nuevo tratado sobre la reducción de las emisiones de gases de invernadero, que debe reemplazar al Protocolo de Kioto de 1997. Sin embargo, la esperanza de lograr un acuerdo para un compromiso vinculante se ha atenuado, e incluso se habró de posponer al año próximo cualquier acuerdo.

Por lo menos 65 mandatarios asistirán a la cumbre, pero a diferencia de Obama, se prevé que muchos asistirán en los últimos días de la conferencia que se realizará del 7 al 18 de diciembre. Yvo de Boer, director de las Naciones Unidas sobre cambio climático, dijo a los periodistas el miércoles en Bonn, que "creo que es clave que el presidente Obama asista a la cumbre de cambio climático en Copenhague. El mundo tiene la vista puesta en que Estados Unidos salga a la vanguardia con un objetivo de reducción de emisiones y contribuya con ayuda financiera a las naciones en desarrollo".

Mientras el mismo Obama trató de limitar las expectativas durante su gira de ocho días por Asia a principios de mes, instó asimismo a los líderes mundiales a que lleguen a un acuerdo que tenga "efectos operativos inmediatos", no una mera declaración política.

Funcionarios del gobierno dijeron a principios de esta semana que Estados Unidos presentará un objetivo para reducir las emisiones de dióxido de carbono en la cumbre. El anuncio apareció en momentos en que la Unión Europea instaba a Estados Unidos y a China a que propongan objetivos sobre el límite de emisiones de gases de invernadero en la cumbre, alegando que su lentitud estaba afectando los esfuerzos para reducir el cambio climático.

No es sólo cuestión de la voluntad de Obama, pues éste debe tener en cuenta la correlación de fuerzas en el Senado y en Congreso, y se sabe que los republicanos se niegan a ratificar cualquier tratado. Obama lo va a tener difícil, entre la presión de quienes le piden un fuerte compromiso, y la derecha republicana dispuesta a bloquear cualquier tratado de reducción de las emisiones.

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