Los vehículos eléctricos superan a los de etanol en el aprovechamiento de los biocombustibles

Los investigadores ejecutaron un análisis del ciclo de vida tanto de la tecnología de bioelectricidad como del etanol.

La conversión de materias vegetales o biomasa en energía eléctrica podría ser una tecnología más eficiente que la obtención del etanol, según un estudio que publica la revista Science.

El estudio encabezado por Elliott Campbell, de la Universidad de California en Merced, y Christopher Field, del Instituto Carnegie, determinó que una cosecha de biomasa puede llevar a un vehículo eléctrico más lejos que a uno que consuma etanol.

Las preocupaciones por el precio del petróleo y las gasolinas y los efectos a largo plazo de las emisiones de gases que contribuyen al calentamiento atmosférico han estimulado la investigación científica y la experimentación tecnológica en busca de alternativas con fuentes de energía renovables y no contaminantes para el transporte.

Sobre el uso de la biomasa se han desarrollado dos tecnologías: la conversión en etanol para motores de combustión interna y la conversión en electricidad para vehículos con baterías.

La pregunta que se plantearon estos investigadores es sencilla: ¿cuál de las dos tecnologías rinde más kilómetros por hectárea?

Y su respuesta es que los vehículos motorizados con baterías rinden un promedio de un 80 por ciento más kilómetros de transporte por hectárea de cultivos, al tiempo que reducen a la mitad las emisiones de gases que contaminan la atmósfera.

"Es una pregunta relativamente obvia, una vez que uno la ha hecho, pero la realidad es que nadie la había planteado antes", dijo Field, director del Departamento de Ecología Global en el Instituto Carnegie.

"Las motivaciones que llevaron a las personas a pensar en el desarrollo del etanol como combustible para vehículos han sido un tanto diferentes de las que llevaron a otras personas a considerar los vehículos con baterías eléctricas, pero donde ambos esfuerzos se tocan es en el área de maximizar la eficiencia y minimizar los impactos adversos para el clima", agregó.

Los investigadores ejecutaron un análisis del ciclo de vida tanto de la tecnología de bioelectricidad como del etanol, tomando en cuenta no sólo la energía producida por cada tecnología, sino también la energía que se consume en la producción de los respectivos vehículos y sus combustibles.

"La bioelectricidad fue, sin duda, la ganadora en la comparación de kilómetros de transporte por hectárea de cultivo, sin importar que la energía se produjera del maíz o de pastos autóctonos (Panicum virgatum o "switchgrass")", señaló el artículo.

Por ejemplo, un vehículo todo terreno pequeño que emplee bioelectricidad puede recorrer 22.530 kilómetros en autopista con la energía neta producida por media hectárea de pastizales, en tanto que un vehículo comparable con motor de combustión interna puede recorrer sólo 14.500 kilómetros con esa misma fuente de energía.

"El motor de combustión interna, simplemente, no es muy eficiente, especialmente si se le compara con los vehículos eléctricos", dijo Campbell.

"Aun las mejores tecnologías de producción de etanol y el uso en vehículos híbridos (que combinan motor de combustión y motor eléctrico) no son suficientes para superar esta diferencia", agregó.

En cuanto al impacto ambiental, los investigadores también encontraron diferencias entre el uso de biomasa para la producción de electricidad y el uso de esos materiales para la conversión en etanol.

www.sciencemag.org/cgi/content/abstract/324/5930/1055

www.sciencedaily.com/releases/2009/05/090507141349.htm