La Asociación Eólica de Galicia (EGA) critica el método para anular el concurso del bipartito y el nuevo canon

La Asociación Eólica de Galicia (EGA), confirmó que presentará alegaciones a la suspensión del concurso eólico, puesto que de ser ilegal, tendría que haber sido derogado el decreto de 2007 por el cual se convocó, pero no procede suspender éste por el mero hecho de que se vaya a preparar otra normativa.

La Asociación Eólica de Galicia (EGA) se declaró radicalmente en contra de la imposición de un canon autonómico, que resultará discriminatorio si sólo se aplica a los parques eólicos y no a otras instalaciones con iguales o mayores supuestos efectos paisajísticos.

Los servicios jurídicos de la propia EGA y de las empresas que la integran (Endesa, Unión Fenosa, Galenova, Gamesa, Acciona, Norvento, Aucosa, Ventos Coorporativos, ERG, Easa, Enerfin, Eurovento, Isolux, Viraventos, Viarsa, Frinsa, Sotavento, Somersa, Vestas y Eurus), se apoyan en resoluciones jurídicas, para rechazar la justificación de la Xunta al nuevo impuesto, de entre 2.300 euros y 5.900 euros por aerogenerador.

"No es un canon, es un impuesto. Nos parece bien que una ley regule un impuesto sobre el paisaje, pero que sea para todo el mundo. Hay industrias productivas que impactan tanto como la energía eólica: minas a cielo abierto, bateas, antenas, autopistas, autopistas, o el AVE. Nos parece discriminatorio que una ley imponga un impuesto al sector eólico única y exclusivamente porque afecta al paisaje", señala la EGA.

La Asociación Eólica de Galicia (EGA) consideró que no es razonable paralizar la gestión administrativa de la potencia eólica autorizada por el anterior gobierno bipartito mientras se espera a que se acuerde un nuevo marco legal. EGA indica que está preocupada por la situación que vive el sector, tras conocer la intención de la Xunta de modificar la actual normativa que regula los aprovechamientos eólicos y dice temer que el proceso hipoteque el futuro eólico y que en la nueva ley se perpetúen viejos criterios discriminatorios.

La EGA lamenta la imposición de un nuevo canon que supondría otra discriminación del sector, ya que conllevaría que sólo los parques eólicos paguen por los impactos paisajísticos que, según EGA, son objeto de una rigurosa evaluación previa, obviando sus muchos beneficios ambientales, al no emitir CO2 ni generar residuos radiactivos. Tales impuestos sólo se comprenderían en el marco de una normativa general que afectase a todas las explotaciones productivas con impacto similar, pero no exclusivamente a la instalación de aerogeneradores.

La asamblea ratificó a la actual junta directiva de la organización, e incorporó a Mario José Carballo (Viraventos Energy) y José María Cabezas (Eólica Galenova, Caixanova). Dirigirán EGA junto a Manuel Gago Rodríguez (Endesa), que sigue como presidente, apoyado por José Carlos Codón (Eufer), Antonio Ferreiro (Acciona), Juan Barreiro (Gamesa), José Luis Guerra (Easa) y Alberto Sánchez (Enerfin).

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) también ha criticado el nuevo impuesto y prepara un documento que será presentado al Ministerio de Industria y en el que se fija un escenario de futuro para la actividad, que debe contar con suficiencia retributiva.

Galicia cuenta con 3.145 megavatios eólicos, habiendo instalado sólo 172 MW en 2008. Durante muchos años fue la región española con más potencia instalada, pero el proceso se ha ralentizado, y hoy la superan Castilla-La Mancha, con 3.416 MW y Castilla y León, con 3.334 MW.

El concurso eólico del gobierno PSOE-BNG fue muy conflictivo, y tras la victoria electoral del PP se abre una nueva etapa para el sector eólico. Aún más conflictivo es la posibilidad de desarrollar la eólica marina en Galicia, que sólo se podrá conseguir si se logra el necesario consenso social.

Galicia es la cuarta potencia eólica de Europa –considerada por sí misma-, por detrás de Alemania, resto de España y Dinamarca, y la sexta del mundo, precedida también por Estados Unidos e India.

En 2007, la potencia total gestionada por el conjunto de socios de la Asociación Eólica de Galicia (EGA) alcanzó los 2.414,92 megavatios (MW). Hasta 2010 la Administración autonómica se ha marcado como objetivo instalar hasta 6.500 megavatios, 2.500 más de los inicialmente previstos.

Desde 1996 el sector invirtió 2.500 millones de euros, al amparo de los cuales se consolidó un poderoso tejido industrial de fabricación de componentes. En 2007, la energía eólica sostiene en Galicia 5.500 empleos de carácter estable, entre directos e indirectos.

La Asociación Eólica de Galicia se funda en 1997 por iniciativa de diez empresas que constituyen el 90% de la promoción eólica en Galicia. Esta unión empresarial pretende reforzar la presencia del sector eólico gallego en el panorama nacional e internacional, así como la creación de un marco normativo serio y responsable que se ajuste a las necesidades económicas y medioambientales de Galicia.

La EGA se convierte en un referente para promotores y ciudadanos por su responsabilidad social corporativa, basada en la protección del medio ambiente y un desarrollo industrial y económico sostenido. Además apuesta por la creación de puestos de trabajo y la diversificación del suministro de energía a través de nuevas infraestructuras estables.

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