Ecologistas en Acción, Oceana y Greenpeace defienden la eólica marina

Realizando un análisis de la situación de implantación de los parques eólicos marinos, y en concreto del “Proyecto de parque eólico marino en las costas de Chipiona” podemos ver:

• Rechazo de colectivos sociales y movilizaciones sociales.

• Manipulación de la información con respecto a las repercusiones medioambientales.

• Aceptaciones y rechazos incondicionados por parte de grupos ecologistas.

• Politización de los proyectos.

Ante esta situación, Ecologistas en Acción de Cádiz, quiere manifestar lo siguiente:

1º.- Nos posicionamos a priori con respecto a la implantación de energías renovables alternativas. Defendemos la implantación de parques eólicos tanto marinos como terrestres, en tanto en cuanto, supongan generar energías limpias y luchar contra el cambio climático.

2º.- No nos podemos posicionar a priori con respecto al PROYECTO DEL PARQUE EÓLICO MARINO DE CHIPIONA, Las Cruces del Mar, al no haber podido tener conocimiento de los detalles técnicos del proyecto, el cual hemos solicitado al Ayuntamiento de Chipiona.

3º Rechazamos la “demonización” por parte de grupos sociales y políticos, que se intenta hacer de las eólicas marinas y las consecuencias de su instalación. Denunciamos las mentiras con las que se intenta manipular a la población: impactos negativos hacia la pesca, visualización de los molinos desde la costa, impacto negativo contra el turismo, etc.

4º.- Denunciamos que dada la importancia del tema, estos proyectos no sean una “cuestión de estado” y los mismos, sean objeto de mercadeo de “grupos financieros oportunistas” que hacen recelas de las bondades intrínsecas de los proyectos.

EÓLICAS SÍ, con proyectos serios, respaldadas por el Estado Español como el propio Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, y el Ministerio de Industria y con participación de todas las entidades locales (colectivos vecinales, grupos ecologistas, ayuntamientos, personas de prestigio, científicos,…) . Eólicas SÍ, por necesidad social y medioambiental, porque luchamos por un futuro sostenible.

A continuación adjuntamos, la resolución aprobada de Ecologistas en Acción de Andalucía sobre la Energía Eólica Marina, en la Asamblea anual realizada en San Roque con fecha 20 de junio de 2009.

La implantación de la energía eólica marina en España vuelve de nuevo a la actualidad a raíz de la publicación del mapa eólico marino, por parte de los Ministerios de Medio Ambiente e Industria. El estudio estratégico ambiental del litoral español establece tres tipos de zonas en función de su aptitud para albergar aerogeneradores marinos, su prohibición o su limitación. Es necesario mayor grado de concreción para dilucidar sin ambigüedades qué sitios pueden albergar estos parques eólicos. Las evaluaciones de impacto ambiental que se realicen, deberán ser bastante más rigurosas de lo habitual; en ningún caso dejarán la puerta abierta a “mecanismos compensatorios” o a “autorizaciones condicionadas”, salidas en falso que han permitido alcanzar en otras ocasiones declaraciones de impacto ambiental del todo rechazables.

Los beneficios de la energía eólica en el mar son indudables, pero el medio que la va a albergar es muy frágil, por lo que todas las cautelas son necesarias. Nuestra posición es la misma desde hace cinco años, cuando surgieron los primeros proyectos:

“Si el proyecto a evaluar resuelve los impactos ambientales, no genera perturbaciones en las rutas migratorias de las aves, no afecta a los caladeros de pesca litoral y asegura la evacuación de la electricidad generada sin problemas, el proyecto sería asumible desde posiciones de racionalidad ecológica y de compromiso con el desarrollo sostenible”.

En particular, la necesidad imperiosa de reducir las emisiones de CO2 y poner fin a una economía basada en los combustibles fósiles, exige la contribución ineludible de las energías renovables. Para cumplir los objetivos de que en 2010 el 12% de la energía primaria en nuestro país sea renovable (en la actualidad es sólo del 7,6%) y el 30% de la electricidad proceda de fuentes limpias (ahora sólo es el 20%), la aportación de la energía eólica y más en particular marina, es incuestionable. No obstante, sólo si la eólica off shore logra resolver solventemente los impactos ambientales y generar empleo y riqueza en las poblaciones afectadas, estos proyectos contarán con el apoyo de Ecologistas en Acción.

www.ecologistasenaccion.org/spip.php

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Lo decimos con toda claridad: la oposición al parque eólico de Chipiona y a otros es totalmente insensata. Curioso esta oposición en quienes con tanto ardor defienden la continuidad de la central nuclear de Garoña o deben tener presente el Prestige, y se alejan de las posiciones de una derecha moderna y razonable como la que gobierna en Alemania y en otros muchos países, preocupada por el cambio climático y dispuesta a apostar por las energías razonables.

El PP de Cádiz, como el PP de Cantabria, se desmarca de la derecha civilizada y moderna de Alemania y otros países, o de los PP que gobiernan en otras regiones como Castilla y León, y se dedican a agitar al personal contra los parques eólicos.

Claro que con tanto "primo" escéptico ante el cambio climático, no extraña que hayan perdido dos elecciones generales. Esperemos que se tomen una tila, que los molinos no contaminan ni explotan, y se integran en el paisaje, como en La Mancha, en Holanda o en el Mar del Norte. Para muchos es una visión de sostenibilidad, empleo y paz, porque no requieren sangre por petróleo, ni emiten CO2, ni generan residuos radiactivos para la eternidad.

Siempre que se intenta desarrollar la eólica en alguna región, ya sea en Cádiz o Cantabria, se desata la reacción de quienes prefieren Garoña, los residuos radiactivos y el CO2. La biodiversidad no se conservará sin frenar el cambio climático.

El parque eólico marino de Chipiona o el Plan Eólico de Cantabria, son trabajos rigurosos, que puede contribuir a crear empresas eólicas en la región, generar empleo y tejido industrial y reducir las emisiones de CO2. La histeria desatada es similar a la de otros lugares, y no se la debería prestar mucha atención.

Son los mismos que nunca se preocuparon por los impactos ambientales de las centrales nucleares y las termoeléctricas de carbón, ni por el cambio climático y las emisiones de CO2, y sólo les interesa el "paisaje" para frenar la eólica, mientras llenan el territorio de urbanizaciones y campos de golf. Su opción es el ladrillo, no la eólica que no contamina ni genera residuos.

El Grupo Magtel ha apelado al sentido común al valorar el proyecto eólico marino de Chipiona. Pero será inútil. La histeria antieólica no se sirve de argumentos, sino de simples falsedades. En Andalucía y en España lo que falta es liderazgo y voluntad para impulsar la eólica marina.

El impacto ambiental de la eólica marina es mínimo, e incluso positivo para la pesca, como se ha demostrado en otros países, y el impacto paisajístico depende de percepciones, pero los argumentos sirven de poco para la extraña coalición que se opone al parque eólico de Chipiona.

Mientras Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Estados Unidos con Obama y China, entre otros países, instalan sus parques eólicos marinos, en España todos los proyectos están paralizados desde hace más de una década, lo que supone un enorme daño y un retraso quizás irreversible para la industria española y más emisiones de CO2.

El famoso mapa sobre la eólica marina durmió el sueño de los justos en los despachos ministeriales durante varios años, y al final sacaron el mismo que supuestamente estaban estudiando desde hacía años.

En Cádiz se repite la misma historia de años atrás. Cuando al fin se haga un parque eólico marino, y se pueda demostrar las falsedades de la las plataformas antieólicas, esto avanzará. En Canarias pasó lo mismo hace años. ¿Recuerdan el cable, que provocó tantas "movilizaciones"? Se hizo y ¿qué pasó? Nada. Todos los desastres que anunciaron quedaron en eso, en meras falsedades sin ninguna base real. Aquel cable que une España y Marruecos cerca de donde se quiere instalar el parque eólico iba a acabar con la pesca y casi nos haría morir a todos por la contaminación electromagnética.

La hubara iba a desaparecer en Canarias según la SEO y el WWF, entre otros grupos (incluso el príncipe Carlos de Inglaterra se metió por medio), pero hicieron el parque eólico, y a la hubara no le pasó nada y hoy hay más hubaras que antes. Pero a los antieólicos nadie les pidió responsabilidades y nunca reconocieron sus errores. En Cádiz pasará lo mismo, como en Cantabria y tantos otros lugares.

Lo llamativo es el silencio de la Junta de Andalucía. Parece que esperan a ver qué sucede, y según sople el viento, apostar a la opción más popular.

La firma promotora del proyecto de energía eólica en aguas de Chipiona, el Grupo Magtel, señaló la importancia económica, social y medioambiental del parque eólico Las Cruces del Mar, y solicitó a los ciudadanos y a los agentes sociales de la localidad "rigor, tranquilidad y sentido común" a la hora de valorar esta iniciativa.

La petición pública de la empresa andaluza se produce después de la constitución de la plataforma ‘Por un horizonte sin molinos’, integrada por algunos colectivos vecinales y grupos políticos, que ha emprendido una recogida de firmas contra el parque eólico y ha convocado una manifestación el próximo sábado día 22 en las calles del municipio.

En un comunicado, Magtel explicó que está desarrollando investigaciones para conocer la viabilidad técnica, económica y ambiental del parque, siempre sobre los requisitos y espacios designados en el Estudio Estratégico Ambiental del Litoral Español de diciembre de 2007.

"El diseño, la dimensión, la ubicación, las características técnicas, y la tecnología propuestas en el proyecto final serán aquellas que mejor se adapten a las exigencias de esta normativa, de forma que se minimice o se elimine cualquier posible impacto en la pesca, el turismo, la navegación aérea y marítima, la seguridad, el medio ambiente y el paisaje", apuntó Magtel, que insistió en que Las Cruces del Mar, "debido a su envergadura y al desarrollo técnico que precisa", se convertirá en una gran "fuente de riqueza económica y social para toda la región".

La empresa recordó que el Ayuntamiento de Chipiona y la Universidad participan en la iniciativa y expresó su interés por aunar voluntades. "Valorar como un perjuicio el plan antes de ser definido no es sensato", recalcó.

En la primera normativa sobre el sector, el Gobierno designó la costa gaditana, incluyendo Chipiona, como espacio con condicionantes ambientales para la instalación de parques eólicos marinos, es decir, como una zona en la que "los efectos o conflictos de los parques deberán ser analizados en la fase de diseño de proyecto".

Magtel es un grupo empresarial tecnológico con sede en Córdoba dedicado a las telecomunicaciones, infraestructuras, industria y energía. Su plantilla se acerca a los 750 empleados. Una cuarta parte de su negocio corresponde a su filial Magtel Renovables, que pretende instalar un parque con unos 300 aerogeneradores en aguas chipioneras capaces de generar 1.000 MW de potencia y abastecer a 250.000 hogares.

Según señala el Grupo Magtel en su documentación, en la sociedad promotora se unen Administración pública, empresa privada y universidad, "aportando cada una lo mejor de sí misma para convertir a ‘Las cruces del mar’ en un proyecto único, equilibrado y responsable.

Nada menos que de 2.500 a 3.000 millones de euros de presupuesto tendrá la construcción del parque eólico marino Las Cruces del Mar. Así lo afirmó el presidente de Magtel, la empresa promotora, durante la comparecencia ante los medios que se produjo una vez firmado el acuerdo a tres bandas para formar una sociedad con el Ayuntamiento de Chipiona (4%) y la Universidad de Cádiz (1%).

Mario López, presidente de Magtel, explicó que el proyecto se encuentra en una fase embrionaria, “y dentro de unos meses comenzaremos a tomar decisiones”. De momento, “Costas ha sacado la cuadrícula donde se constata que el proyecto es totalmente viable, con algunos condicionantes.

La UCA se está encargando de realizar los informes de impacto ambiental, aunque también se han encargado otros a dos entidades más influyentes a nivel nacional. El siguiente paso será presentar el proyecto a Costas”. En cuanto a la aportación del capital, según Magtel “se contará con una firma tecnológica de ámbito internacional con gran experiencia en el sector y le exigiremos una inversión complementaria y un plan de desarrollo industrial que repercuta en la zona”.

El alcalde de Chipiona, Manuel García, explicó por su parte que el máximo de potencia que podría alcanzar el parque “son 1.000 megavatios, con lo que habría que instalar 300 aerogeneradores, con un impacto visual mínimo, a ser posible nulo, ya que respetará la normativa al no ubicarse a menos de 8 kilómetros de la orilla. Puede estar incluso a más, en función de la cuadrícula que se produzca. Pero no podemos dar más datos porque aún se encuentra en una fase inicial”.

El alcalde hizo especial hincapié en el plano laboral, asegurando que “si se produce la autorización, contaremos con 1.250 trabajadores para la construcción del parque, que durará unos dos años. Durante los 20 o 25 años de duración de la primera licencia se emplearán a unas 300 personas en puestos directos de mantenimiento y explotación, y a 100 en puestos indirectos”. García resaltó que “será personal cualificado, para lo cual contaremos con los programas de formación de las consejerías de Empleo e Innovación para desempleados a fin de contratar al máximo número posible de chipioneros”.

Por otro lado, Manuel García señaló que “dentro del protocolo de actuación exigimos que se ponga en marcha un Plan Industrial en Chipiona, a fin de que las multinacionales se instalen en nuestra localidad y exporten su tecnología desde aquí hacia otros países de Europa. Esto supondría alrededor de unos 250 empleos más, en materia de fabricación de turbinas y aerogeneradores”.

El regidor habló del parque existente en Dinamarca, como ejemplo de los beneficios que supone una instalación de este calado, “lleva más de 18 años funcionando y la pesca artesanal se ha multiplicado por dos gracias a los arrecifes instalados en las plataformas. También se ha desarrollado el ‘ecoturismo’ con empresas especializadas que también han generado muchos empleos”. El regidor chipionero hizo mención a la ong Ecologistas en Acción asegurando que “tienen que conocer el proyecto, pero tenemos su apoyo y están entusiasmados con poder liderarlo desde el sur”.

García concluyó su intervención asegurando que “las energías renovables son el futuro y en este sentido Chipiona va a ser pionera en España y un referente en el sur de Europa. En pocos años cambiará la fisonomía de toda la comarca y de Andalucía, que necesita las energías renovables".

El rector de la UCA, Diego Sales, señaló en primer lugar que Las Cruces del Mar “es un proyecto seguro, porque los parques eólicos marinos son más eficaces y limpios que los terrestres” y aseguró que tanto desde el Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación, como de otras instituciones, “los estudios básicos, técnicos y científicos se están desarrollando ya”. Así, el de Ciencia Marina y Ambiental “que estará finalizado en septiembre. El de Biología y Ecología, para comprobar el grado de afección a las especies y a las zonas de pesca, navegación seguridad marítima”.

El rector consideró “importante, caracterizar la zona por su gran biodiversidad y también tenemos un proyecto encargado sobre la zona donde se instalaría el parque y la ordenación del litoral”. Por otro lado, “la estación meteorológica de la UCA ya está realizando un mapa eólico para medir los diferentes grupos de intensidad del viento, así como las variables atmosféricas, a fin de saber el rendimiento de la potencia eólica”. Sales puso el acento sobre el hecho de que “la Bahía de Cádiz está reconocida como zona de especial protección y hay otro grupo de investigación estudiando las corrientes marinas, la orografía física, etc”.

El rector de la UCA también mencionó a la multinacional Siemens, asegurando que “trabaja codo con codo con las más importantes fuerzas sindicales en Alemania y tienen gran relación con la de España, y eso es garantía de que los agentes sociales y económicos van a ver que el proyecto es bondadoso para toda la zona”.

En cuanto a la posible participación de la Estación Biológica de Doñana en la elaboración de otros estudios de impacto ambiental, Sales señaló que “no hay ningún estudio de características ambientales que no pueda hacer la UCA con la misma fiabilidad. La ETBD se encuentra en una zona de influencia lejana a la nuestra”. No obstante, el rector de la institución académica no rechazó la idea de “contar con otros porque no somos excluyentes y depositamos confianza en las personas que se comprometen”.

El alcalde de Chipiona, Manuel García, reiteró su intención de convocar un referéndum entre los chipioneros “si no está claro que existe un consenso social. Aunque ¿alguien duda que lo habrá? El primer edil dijo estar “convencido de la potencialidad de este proyecto que tiene que buscar y va a conseguir el consenso social. Más en los tiempos que corren, con tanto desempleo, y teniendo esta magnífica oportunidad”.

García aseguró que “poco a poco informaremos a los ciudadanos sobre los estudios científicos de la UCA y habrá una serie de limitaciones. Queremos enseñarles los beneficios y la potencialidad de una iniciativa tan importante y vamos a proyectar la información adecuada”, para lo cual contarán además con la página web de Magtel, en la que según su presidente se irá dando cuenta de los avances en las gestiones sobre el proyecto. “Sacaremos adelante el consenso social, aunque siempre haya gente que quiera destruir, que con eso también contamos”.

Así, por un lado la Universidad de Cádiz está presente como "foco investigador que aporta un grado, más especializado aún, en el sector por contar con un equipo referente en el desarrollo de nuevas tecnologías y mediciones aplicadas a las energías renovables".

Por su parte, el Grupo Magtel, con una trayectoria de 20 años de experiencia en el sector de las energías renovables, aporta su "solvencia como promotora", mientras que el Ayuntamiento de Chipiona velará por el cumplimento de las normativas en la proyección y ejecución del proyecto y por el interés y el bienestar de todos los ciudadanos a los que representa.

No obstante, indicó que ‘Las cruces del mar’ es un "proyecto técnicamente en estado embrionario" y señaló que actualmente se están llevando a cabo estudios que abarquen todas las áreas que exige la normativa, incluso algunos más por iniciativa del grupo promotor con el objetivo de tener mayor conocimiento de la zona si cabe.

En este sentido, Magtel señaló que las líneas que componen un estudio completo previo al diseño de un parque offshore abarcan la actividad pesquera, las aves, la navegación marítima y aérea, el patrimonio histórico y arqueológico, la geomorfología, las comunidades biológicas del fondo marino, el turismo, el paisaje, las playas, la dinámica del litoral, la estabilidad de las costas adyacentes, los espacios marinos protegidos, los dedicados a maniobras militares, las áreas reservadas por defensa y seguridad o los cables y tuberías marinas.

Según la propuesta, los aerogeneradores irían instalados a más ocho kilómetros de la costa, tal y como indica la normativa, para no afectar a sectores económicos tan importantes como el turismo en Chipiona, lo que hará que el parque sea casi inapreciable y no afecte nada a los visitantes de las playas.

Las empresas andaluzas Magtel y Vivendia se han asociado con Renovalia para desarrollar un importante proyecto en el sector de las energías renovables que supone la puesta en funcionamiento de 800 megavatios de potencia, con una inversión aproximada de 5.000 millones de euros.

Según ha informado Magtel, esta unión con Renovalia, empresa de ámbito nacional integrante del Grupo Industrial Forlasa, trabajará en las modalidades de energía fotovoltaica, termosolar, eólica o biomasa, entre otras. De dicha asociación nace Renovalia Sur, donde Renovalia participa como socio mayoritario con un 51% del capital.

Este proyecto "favorecerá la proliferación del referido sector en Andalucía, producirá un efecto multiplicador industrial y generará una importante creación de empleo".

Por ello, tanto en la fase de construcción de las instalaciones como en la fase de mantenimiento y explotación, se estiman que se generen "más de 250 puestos de trabajo fijos y 1.500 temporales o de obra".

Dicha inversión también "favorecerá la implantación de nuevas industrias respetuosas con el medio ambiente y contribuirá a un crecimiento sostenido".

Magtel es una empresa nacida en Posadas cuya actividad principal está centrada en los terrenos de las telecomunicaciones, infraestructuras y energías.

La empresa andaluza Grupo Magtel, el Ayuntamiento de Chipiona y la Universidad de Cádiz han constituido una sociedad mixta para desarrollar el proyecto de construcción de un parque eólico marino en territorio chipionero, según confirmó el alcalde de la localidad, el socialista Manuel García.

El Pleno local de Chipiona aprobó el respaldo simbólico del Consistorio a la iniciativa con la tutela del 5% del capital del la nueva sociedad, cuya misión, según García, será la determinar "la viabilidad" de la explotación eólica en aguas chipioneras. El proyecto empezó a fraguarse a mediados del año pasado.

El regidor chipionero apenas desveló ayer algunas de sus características: serviría para abastecer la necesidad energética de 250.000 habitantes, permitiría la creación de unos 2.000 puestos de trabajo, y contempla la instalación de aerogeneradores a más de 15 kilómetros de la costa noroeste gaditana.

"Ni en la playa, ni en la arena, ni en el paseo marítimo, como han empezado a desinformar desde la oposición. No existiría impacto visual alguno", subrayó Manuel García. Magtel es un grupo empresarial tecnológico con sede en Córdoba dedicado a las telecomunicaciones, infraestructuras, industria y energía. Su plantilla supera los 750 trabajadores y en 2007 facturó 48 millones . Una cuarta parte de su negocio corresponde al sector de las renovables.

Su filial Magtel Renovables trabaja en una cartera de proyectos con una potencia superior a los 1.100 MW tanto en parques terrestres como offshore, según datos de la empresa. La iniciativa de Chipiona reúne energía limpia "como la que defiende Obama" -ensalza el alcalde-, tecnología puntera, capital andaluz, generación de empleo y riqueza en la comarca, y un sólo fantasma: la férrea oposición social que ya han suscitado proyectos similares en el vecino mar de Trafalgar.

"No tengo miedo ninguno, no puede tener miedo la gente honesta que quiere trabajar por el interés general, de buscar recursos económicos y alternativas para la población. Es más, estoy seguro de que los vecinos de Chipiona se enorgullecen de un Ayuntamiento y una población que están trabajando con la vista en el futuro", argumentó.

El Consistorio prevé organizar encuentros con los colectivos vecinales y sociales para detallarlas las características de este plan y buscar "consenso ciudadano". De forma paralela, la nueva sociedad se encargará de promover el plan ante la Administración central, que trabaja con parsimonia en la regulación de este sector.

En diciembre de 2007, el Gobierno presentó una evaluación ambiental de la costa española que delimitaba las zonas de exclusión, las zonas con limitaciones y las zonas aptas para la explotación de este tipo de energía en el país. La costa gaditana, incluyendo Chipiona, quedó designada como espacio con condicionantes ambientales, es decir, como una zona en la que "los efectos o conflictos de los parques deberán ser analizados en la fase de diseño de proyecto".

La memoria ambiental de esta evaluación resolvió que las decenas de alegaciones presentadas desde la provincia no aportan datos suficientes como para eliminar Cádiz del mapa eólico marino, y refrendó la voluntad de Industria de estudiar cada proyecto de energía offshore de forma individual y pormenorizada.

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